Duelo de SUVs urbanos: Ford Puma y Nissan Juke

El Nissan Juke es el precursor del segmento de los SUV urbanos. Su estilo original le ha permitido no envejecer demasiado rápido, pero sin embargo ha llegado la necesidad de una segunda generación. Ford se tomó su tiempo. Tras el fracaso de su Ecosport, el fabricante estadounidense ya no tenía derecho a equivocarse. Con su nuevo Puma, Ford es uno de los últimos fabricantes en invertir en esta categoría.

Estos dos pequeños SUV son seductores, pero con estilos totalmente diferentes, precisa el concesionario de coches de ocasión Crestanevada Sevilla.

Para el fabricante japonés, era necesario mantener el estilo de la primera generación para conservar sus fans. El recién llegado conserva el aspecto fornido, los faros de dos pisos y los grandes faros redondos de estilo rally. La carta de la personalización se juega al máximo en algunos acabados con un techo en contraste, a juego con las inserciones de la parte inferior de la carrocería. Se trata de una apuesta ganadora, ya que el cliente lo identifica inmediatamente como un Juke, aunque no se confunda con la generación anterior. El frontal futurista, las afiladas aristas de los laterales y el portón trasero en punta son novedades inspiradas en el concept car Gripz presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt 2015.

El Ford Puma desempeña el papel de un compañero de juegos infantil al lado del coche japonés de estilo agresivo. Pretende seducir a aquellos que encuentran el estilo del Juke demasiado ruidoso. Al pequeño coche americano no le falta encanto con sus guiños al Jaguar E-Pace. Las curvas son suaves, las luces diurnas recuerdan a las del Ford GT y el techo en contraste está disponible como opción. Incluso en términos de tamaño de las ruedas, sigue siendo medido con 18 pulgadas para las ruedas más grandes contra 19 pulgadas para el segundo Juke.

Impresiones de conducción

Basado en la plataforma del Fiesta, el Puma convence. Sentado no muy alto, el conductor disfruta de un vehículo agradable en la ciudad gracias a su tamaño razonable y a su habilidad en la carretera con un buen compromiso entre agilidad y precisión de conducción. Pero le falta confort, debido a una amortiguación a veces seca, a veces blanda, que provoca movimientos del cuerpo y baches.

El Juke es aún más rígido (especialmente con las llantas opcionales de 19 pulgadas) aunque ha mejorado desde la generación anterior. Este pequeño Nissan también es un placer de conducir. Con su balanceo contenido en las curvas y su tranquilizadora estabilidad, el japonés, al igual que el americano, ofrece las prestaciones que se esperan de un pequeño SUV moderno. Sin embargo, en ambos casos, hay que lidiar con una dirección agradable y ligera en ciudad pero que pierde consistencia cuando se aumenta el ritmo.

En cualquier caso, estos dos SUV carecen de espacio, lo cual es el inconveniente de sus perfiles dinámicos. Si todo está bien delante, los pasajeros están menos contentos atrás, especialmente en el Puma. Aunque el Juke ofrece unos centímetros más, no se nota mucho.

Por el contrario, en el maletero no falta espacio. El Ford dispone de un cubo profundo bajo el suelo del maletero, que puede lavarse gracias a su tapón de vaciado. Otro detalle a favor del Puma, los asientos son desmontables con cremalleras y lavables a máquina.

El SUV de Ford es más atractivo por fuera gracias a su diseño europeo, pero el interior carece de espacio, especialmente en la parte trasera. Por otro lado, sorprende con su acogedor e inteligente baúl gracias a la bandeja «lavable».

Por su parte, Nissan ha conseguido corregir los principales defectos de su predecesor para su segunda generación del Juke, y sigue siendo, en su segmento, una máquina aparte. Pero con un confort realmente firme y un asiento trasero poco acogedor, impone concesiones a quienes se enamoren de su cara atípica. La experiencia de conducción no es desagradable, pero es menos agradable que la del Ford.